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viernes, 1 de febrero de 2013

Desmantelamiento del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba)




Rubén Cañamaque, de la Asociación La Maquinilla, nos hace llegar una dolorosa denuncia sobre el desastroso expolio que está sufriendo el Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo. Una situación que lleva años produciéndose, pero que parece acelerarse precisamente ahora, cuando la sociedad peñarriblense (y cordobesa en general) empezaba a dar muestras contundentes de sensibilización hacia su patrimonio industrial a través de un variado ramillete de buenas iniciativas (asociaciones, intervenciones, jornadas y seminarios, investigación y publicaciones, cine, etc.).

Desmantelamiento del tejado de la Fábrica de Productos Refractarios (Rubén Cañamaque)

La situación es sencillamente terrible, y el panorama no podría ser más desolador. A este ritmo, pronto no quedará nada de uno de los conjuntos más importantes del patrimonio industrial europeo: el legado material de la potente multinacional Sociedad Minero-Metalúrgica de Peñarroya. El problema, en efecto, tiene difícil solución. Sin embargo, no podemos dejar de pensar que se podría hacer algo más, que un lugar de la entidad y valor del Cerco peñarriblense no puede desaparecer sin más, llevándose consigo una preciosa oportunidad para dar un giro radical a la historia de un pueblo sumido en una larga crisis.

El área de mandos de la Central Térmica, reducida a escombro (Rubén Cañamaque)

Adelante, entren sin llamar, porque no hace falta. Les invito a que den un paseo por El Cerco a cualquier hora de la mañana o de la tarde. Allí encontrarán a los hijos, a los nietos y a los biznietos de quienes trabajaron en este lugar organizados en cuadrillas especializadas, afanándose como auténticos profesionales y a cara descubierta en el desmantelamiento de estas estructuras imprescindibles para entender la primera y segunda revolución industrial de este país, que nos es poco. Llevan tantos días consecutivos acudiendo y durante tantas horas al sitio que podemos considerarlos empleados del Cerco. Eso sí, damos fe de que serán los últimos, porque dentro de unos meses ya no quedará nada que robar”.

Desmonte de la estructura metálica de la Fundición de Hierro (Rubén Cañamaque)

¡S.O.S. Patrimonio Industrial de Peñarroya!

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